En Costa Rica la afición hípica se desarrollo a principios del siglo XX, cuando se importaron los equinos de España y Perú. Producto de la yeguada tica y los caballos peruanos surgió la casta costarricense.
Este linaje se caracterizó por ser de gran utilidad en las fincas agrícolas y ganaderas, pero en los últimos 40 años se especializó como un caballo de silla, lujo y placer.
El 2 de mayo de 1994 se declaró por Decreto Ejecutivo al caballo costarricense de paso como la raza nacional de Costa Rica.
ASCACOPA es una organización sin fines de lucro que trabaja desde hace 38 años en resaltar la belleza del caballo costarricense. La Asociación se encarga de actualizar el registro de la raza tica y de la promoción de campeonatos hípicos.
Una característica sobresaliente de la raza es la brillantez y agudeza de sus movimientos al andar, bien definidos y con alta flexión de rodillas y corvejones, con ritmo, armonía y suavidad que se puede apreciar como un buen conjunto en su accionar.
Es un animal especialmente dedicado para la silla de lujo, de placer, siendo usado también como caballo de utilidad para la ganadería y los deportes nacionales. Por su buena disposición y aptitud para el trote, el caballo costarricense de paso ha demostrado cualidades para la doma vaquera y la doma clásica. De acuerdo con el prototipo racial, la valoración de los ejemplares Costarricense de Paso, cuando corresponda, se realizará por el método de los puntos, el cual permitirá conseguir una imagen exacta del valor absoluto y relativo, de cada animal enjuiciado comparativamente contra el prototipo de la raza y servirá para conocer su comportamiento como reproductor a través de las oportunas investigaciones genealógicas.