El Fox Trotter se desarrolló a principios del siglo XIX en las montañas Ozark de Missouri, en estados Unidos. Es un caballo muy conocido por su aire amblado ( de ahí lo de "Fox trot"). Posee una habilidad natural para ir al paso con las manos al trote con los pies. Esta habilidad puede resaltarse con un cuidadoso adiestramiento, con el que se logra que el caballo sea muy cómodo para montar.
Los pioneros que se establecieron en la región de Ozark trajeron consigo caballos árabes, Morgan y de las plantaciones del sur, los cruzaron para obtener un caballo de silla para quienes necesitaban desplazarse constantemente de un lado a otro, en especial los médicos y sheriffs. Más tarde se añadieron al cruce de razas los de Silla Americanos, los del Paso de Tennesee y los Cruzados Americanos. Hoy los Fox Trotter se emplean para largas distancias y algunos se presentan en exibiciones.
La cabeza posee una forma elegante, con orejas puntiagudas y ojos vivos. El cuello está bien musculado, las espaldas son descendentes, el dorso es corto, el cuerpo compacto.
Son dóciles y de buen temperamento, así como fáciles de domar. Resultan ideales como caballos de silla, con su aire cómodo, sus cascos firmes y buen carácter.