Es una raza de caballo propia de la isla de Mallorca. Tiene su origen en los caballos meridionales de la Península Ibérica. Es un pariente estrecho del caballo menorquín y del caballo catalán, este último ya extinguido. También tiene algunas características seguramente obtenidas de los caballos del norte de la península como la capa de pelaje y su color.
Actualmente hay unos 150 ejemplares. Fue reconocido como raza en 1988 por la Jefatura de Cría Caballar del Ministerio de Defensa.
Su uso original había estado en los trabajos del campo pero actualmente se cría para la equitación y la alta cotización que tiene hace prever la preservación de la raza.