Nacionalidad: Gales
Origen: El Cymric es la versión en pelo largo del Manx y, al igual que éste, carece de cola. Su irrupción en el mundo felino no fue consecuencia de la manipulación humana, sino un hecho fortuito y natural. En las camadas de Manx nacían de vez en cuando cachorros de manto largo que, tras una cuidada selección, dieron a luz a la raza que hoy conocemos.
Este hecho tuvo lugar a mediados de los años 60 en el continente norteamericano: en concreto, fueron los criadores Blair Wright, de Canadá, y Leslie Falteisek, de EE.UU., los máximos responsables de la raza hasta que lograron obtener su reconocimiento oficial. El aprobado sólo fue concedido por la CFA; en Gran Bretaña el Cymric aún no ha sido registrado como raza.
Su nombre significa Gales en lengua celta y se pronuncia Kim-rik. ¿A qué viene esta denominación? Kis seguidores entusiastas de este gato quisieron conferirle el mismo halo mágico y misterioso que rodeaba a los orígenes del Manx. Sin embargo, el nacimiento de nuestro protagonista carecía de todo esto, pues su procedencia no desentrañaba enigma alguno. Así que decidieron otorgarle un nombre que, al menos, estuviera asociado de alguna forma al Manx: la elección final fue Cymric, para destacar la proximidad de Gales a la isla de Man, posible lugar de nacimiento del Manx.
Descripcion: Pelo largo, brillante y suave con subpelo muy espeso y diferente al manto del Persa, es más corto. Están aceptadas todas las combinaciones de colores, excepto el chocolate, el lila y las formas himalaya.
Hay 3 variedades de Cymric en función de su cola: el Rumpy, no hay ni rastro del rabo y sólo un hueco en su base; el Stumpy, posee sólo algunas vértebras de ellas; y el Longy, con una cola un poco más corta que en el resto de las razas. En los concursos sólo se exhibe la variedad rumpy.
Sus ojos deben lucir en tonos azul oscuro, cobrizos brillantes o uno de cada color.
Otros rasgos propios de la raza son: su cuerpo rechoncho -el aspecto de pelota de pelucho también puntúa bastante-, cabeza redonda y con los mofletes bien prominentes. Pero, para conseguir este aspecto, un ejemplar de la raza invierte casi 2 años hasta desarrollar definitivamente su constitución.