"Es mi objetivo en el presente trabajo ofreceros
la información básica sobre las aplicaciones prácticas
del Test de Progesterona que se ha convertido en una herramienta
fundamental para los veterinarios especialistas en Reproducción"
Dra. Rosario Bergamín
La medicina veterinaria ha experimentado en los últimos
años grandes cambios en el campo de la Reproducción
Canina, convirtiéndose en una verdadera especialidad y
abriendo múltiples líneas de investigación
y aplicaciones terapéuticas. Este impulso se debe en gran
parte al interés de los criadores por mejorar la selección
de las razas caninas, sin embargo los propios criadores no conocen
todas las posibilidades que la ciencia veterinaria ofrece actualmente
en asistencia a la reproducción. Es mi objetivo en el presente
trabajo ofreceros la información básica sobre las
aplicaciones prácticas del Test de Progesterona que se
ha convertido en una herramienta fundamental para los veterinarios
especialistas en Reproducción.
ELECCIÓN DEL MOMENTO ÓPTIMO PARA LA MONTA
La determinación del momento idóneo para la fecundación,
dentro del ciclo sexual de la perra, es el momento fundamental
para lograr que la monta natural o la inseminación artificial,
den lugar a la gestación deseada, así como a la
obtención del mayor número de cachorros en cada
camada. En este sentido hay que destacar que hasta el 80% de las
hembras consideradas infértiles o poco prolíficas
son simplemente hembras cubiertas en un momento incorrecto del
ciclo.
Este momento óptimo para la cubrición se sitúa
48 horas después de la ovulación. El nivel de la
hormona progesterona liberada por el ovario se eleva considerablemente
durante la ovulación y esto es lo que podemos detectar
mediante la realización del Test de Progesterona en suero
sanguíneo. Esta prueba nos permite efectuar
una sola monta o inseminación, lograr el máximo
nivel de concepción y de número de cachorros en
la camada y predecir con mucha exactitud el día del parto
(63 días postovulación), ya que nos indica con precisión
cuando debemos cubrir a la hembra. Para conocer mejor las peculiaridades
reproductivas de la perra hay que señalar que lo que conocemos
como "celo" consta en realidad de dos etapas bien diferenciadas.
El proestro comienza con las descargas vaginales sanguinolentas
y la tumefacción vulvar y termina generalmente cuando se
inicia la receptividad de la hembra para dejarse montar por el
macho. La duración máxima de este período
es de siete días.
El estro es la fase que caracteriza, como ya hemos dicho, por
la receptividad de la perra y a la disminución del sangrado
vaginal, su duración media es de nueve días pero
puede variar entre los tres y los veintiún días.
Durante este período los niveles de hormonas sexuales en
sangre de las hembras sufren modificaciones muy características
en esta especie animal, produciéndose una disminución
progresiva de estrógenos y elevación de la progesterona.
La ovulación se produce aproximadamente dos días
después del inicio del estro pero la liberación
de óvulos dura entre 24 y 48 horas y estos precisan posteriormente
de un período de maduración de dos a cinco días
para poder ser fertilizables. La supervivencia de un óvulo
ya maduro es de uno a cuatro días.
Estos datos reflejan que el momento de máxima fertilidad
se produce a partir del cuarto día después del inicio
del estro y, que por lo tanto, el comienzo de esta fase del ciclo
sexual de la perra, que coincide con la receptividad para el macho,
no es sinónimo de momento óptimo para la monta,
como se pensaba tradicionalmente.
Las gestaciones conseguidas bajo métodos empíricos,
tras realizar la primera monta aproximadamente a los nueve días
de iniciado el "celo" o cuando la hembra no ofrece resistencia
al macho, se deben en gran parte a que la supervivencia de los
espermatozoides dentro de la hembra es de cuatro a seis días,
y no a que hayamos elegido el momento óptimo; además
con este sistema existe la necesidad de realizar varias montas
y el porcentaje de éxitos disminuye en cuanto el macho
tenga una concentración más baja de espermatozoides
en eyaculado (semental muy usado, edad, etc.) reduciéndose
también el tamaño de la camada.
La realización de citologías vaginales sigue siendo
un método muy útil para determinar la fase del ciclo
sexual de la perra porque nos indica con bastante claridad el
paso del proestro al estro pero incluso usando métodos
de tinción específicos que ponen de manifiesto los
cambios sufridos por las células de la vagina en función
de los niveles hormonales de la perra, no podemos predecir el
momento de la ovulación usando sólo dicha técnica.