Leptospirosis Canina
La Leptospirosis canina conocida también como Tifus del perro, se conoce con este nombre al conjunto de zoonosis de curso agudo y febril, que presenta signos de alteración hepática y renal. Los agentes etiológicos de la Leptospirosis canina, es decir microorganismos causantes de la enfermedad, pertenecen al género Leptospira.
Si bien hay una sola especie causante de la enfermedad, hay numerosos serotipos diferentes de Leptospira, siendo los que más comúnmente afectan al perro: Leptospira Canicola y Leptospira Hicterohemorragiae.
La distribución de la Leptospira es mundial, los animales susceptibles a ellos son la mayoría de los mamíferos domésticos y salvajes, el hombre y los animales de sangre fría. La principal vía de contagio de la Leptospirosis canina está dada por el agua contaminada con orina de animales enfermos.
La Leptospira penetra en su nuevo huésped a través de la mucosa nasal, bucal, conjuntiva o de la piel herida. La mayor prevalencia de la Leptospirosis se da en meses de alta temperatura y hay mayor frecuencia en los machos debido posiblemente a sus hábitos de olfateo y lamido de orina.
Patogenia de la Leptospirosis canina:
1- Entrada del agente al organismo animal
2- Distribución en el torrente sanguíneo
3- Respuesta inmune del paciente
4- Muerte del agente con liberación de toxinas (Fase tóxica)
Las Leptospiras que evaden dicha respuesta inmune, se depositan principalmente en riñones e hígado produciendo ruptura de glóbulos rojos ocasionando la característica coloración amarillenta de las mucosas.
Sintomatología de la Leptospirosis canina
Se puede observar un curso agudo y uno crónico de la Leptospirosis canina, pero la mayoría de las veces la enfermedad es subclínica (sin signos clínicos visibles).
En el curso agudo de la Leptospirosis canina, al comienzo hay una fuerte hipertermia, anorexia, vómitos y diarrea con sangre en ocasiones.
La orina suele ser oscura. Puede haber dolor renal a palpación del perro acompañado de la posición característica de encorvamiento del lomo hacia arriba (xifosis) debido al dolor. Luego pueden sumarse los signos de desorden renal con ulceraciones en la mucosa bucal y alimento ruinoso. Este curso agudo no se extiende mas de diez días y la mortalidad es del 70% al 90%.
La Leptospirosis crónica presenta signos inespecíficos con deterioro general del paciente. Suele durar unas 3 a 4 semanas y culmina con la muerte del perro
Diagnostico de la Leptospirosis canina
Clínicamente se evalúan los síntomas antes descriptos y ante la sospecha de esta enfermedad debe realizarse una evaluación de la orina, donde seguramente se encontrará una elevación de proteínas y hemoglobina.
Para confirmar el diagnóstico deben realizarse ensayos serológicos para determinar mediante el suero del paciente la presencia de anticuerpos a estos agentes. También puede observarse la Leptospira a través del microscopio en muestras de orina del paciente.
En la mayoría de los casos arribar al diagnóstico certero de la Leptospirosis canina puede ser un gran desafío, debido a la diversidad de síntomas que presenta la enfermedad, que son compartidas con otras patologías.
Pronostico y Tratamiento de la Leptospirosis canina
Es reservado, debido al daño renal y hepático. Como en cualquier enfermedad cuanto más rápido se comience con el tratamiento, mayor será la posibilidad de supervivencia. Este consiste en la combinación de antibióticos (Penicilina - estreptomicina).
Conjuntamente al tratamiento antibiótico debe realizarse un tratamiento de reversión de síntomas, sumado a una dieta baja en proteínas y alta en nivel calórico.
Prevención y profilaxis de la Leptospirosis canina
Primeramente deben desinfectarse los sitios que fueron contaminados con la orina del perro enfermo y deben eliminarse roedores que puedan acceder al agua de bebida.
Las vacunas contra la Leptospirosis consisten en bacterias Leptospira Caricola e Icterhemorragie. Su empleo es altamente discutido, debido a su limitación de serotipos del agente (No puede cubrir todos los tipos de agentes causales).
Además la formación de anticuerpos que producen la Leptospira influirían en los resultados serológicos antes mencionados (Anticuerpos por enfermedad o por vacunación?)
Si se decide realizar la vacunación, esta debe reforzarse cada seis meses y no anualmente como se realiza en muchísimos casos.