Hace dos
meses, vecinos del sector de Gazzano Sur, iniciaron un relevamiento
de animales domésticos, casa por casa, en dos barrios: San
José Obrero y Buen Pastor.
El censo abarcó, principalmente, a perros y gatos, registrando
el sexo y si habían sido castrados. “La intención era saber cuántos animales están
sin castrar”, explicó Elizabeth Rodríguez, quien
junto a Patricia Rigert viene trabajando desde hace dos años
en ese sector de la ciudad para preservar el estado sanitario de los
animales y controlar la superpoblación.
El registro arrojó un total de 334 perros y 68 gatos. De esos
números, 247 perros y 47 gatos fueron registrados en el barrio
San José Obrero donde habitan unas 560 personas. En tanto,
en el barrio Buen Pastor, las vecinas anotaron 87 perros y 21 gatos.
En total, más de la mitad de los animales anotados están
sin castrar (ver aparte).
La tarea abarcó a los animales que están en casas de
familia, desde donde una persona dio los datos y dijo ser responsable
de la mascota. Así, los callejeros quedaron excluidos debido
a que el trabajo resulta muy difícil, pues no hay a quién
preguntar datos, explicaron las vecinas. Asimismo, remarcaron que
en dichos barrios hay “muchos en la calle y abandonados, principalmente
perros”.
OBJETIVO. La intención de las vecinas es tener un panorama
sobre la población de animales domésticos, si están
castrados o no. Es que el grupo viene organizando operativos de
castración, que ejecuta el Departamento de Medicina Veterinaria
municipal. “La idea es que sean continuados, que no se interrumpan”,
dijo Rodríguez, al explicar que si las castraciones se hacen
en forma espaciada, se pierde la efectividad. Y dio un ejemplo:
“Una hembra que tenga cría, son ocho perros más.
Y por ahí, todo el trabajo que venimos haciendo todo este
tiempo lo perdemos por una perra que se le escapa al dueño.
Y así es que se multiplica la población o que aparecen
cachorros abandonados en la calle”.
La información que arroja el relevamiento sirve, además,
—explicó la vecina— para saber si deben seguir
solicitando operativos de castración y, en consonancia, para
informar y concientizar a los vecinos sobre la necesidad de realizar
esos controles sanitarios.
Con todos los datos, las vecinas informaron que solicitarán
un nuevo operativo a la Municipalidad de Paraná, pues si
bien marcaron los números de los animales castrados (principalmente
las hembras) entendieron que todavía es elevada la cantidad
que resta castrar.
LO QUE VIENE. La tarea, que el grupo realiza en horas libres y
ad honorem, contó con la colaboración de los integrantes
de la comisión vecinal San José Obrero. “La
gente del Centro Comunitario nos dio las planillas y nos prestan
el edificio para trabajar”, acotaron. Ahora, el relevamiento
apunta al barrio Parque Mayor, donde ya empezó una recorrida
casa por casa.
Para destacar
Situación: el trabajo incluye la discriminación por
sexo de los animales, y si fueron o no castrados. Así, los
números son los siguientes: en San José Obrero se
detectaron 117 perros machos —uno sólo castrado—;
90 hembras castradas y 40 sin castrar. En Buen Pastor, encontraron
un perro macho castrado y 35 sin castrar; 38 hembras castradas y
13 sin castrar. En cuanto a los gatos, un macho y 8 hembras castradas
y 8 y 4, respectivamente, sin castrar.
Preocupación, pedido y preguntas
Ante una nueva solicitud a la Municipalidad de Paraná para
que se haga un operativo de castración en el barrio, las
vecinas Elizabeth Rodríguez y Patricia Rigert se preguntaron
“si deben seguir los pasos burocráticos de presentar
notas ante las oficinas ubicadas en República de Siria”.
También explicaron que la demanda consiste en lograr una
buena calidad del servicio, ya que demanda un importante esfuerzo
difundir y organizar las castraciones.
Además, las vecinas expresaron su preocupación debido
a que “se han solicitado colaboraciones de dinero en efectivo
y cosas” a los dueños de los animales por parte del
antirrábico, cuando es un servicio que debería ser
gratuito.
Fuente: www.eldiariodeparana.com.ar
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