Las mascotas
nos dan afecto y compañía y ayudan a que la vida sea
más placentera. Pero a veces pueden convertirse en auténticos
terapeutas con garras, pelos y colmillos, al contribuir a aliviar
y curar algunos trastornos del cuerpo y la mente, desde depresión
y estrés hasta autismo infantil.
En un elegante restaurante situado en la avenida neoyorquina de
Broadway, dos mujeres se sientan a comer con dos compañías
singulares: un perro golden retriever y otro yorkshire terrier,
que no se separan de ellas ni un instante y les prodigan todo tipo
de lametones y mimos perrunos.
El gerente del local ha tenido que dejar entrar a las dos comensales
con sus mascotas por dos buenas razones: ellas argumentan que sus
animales son perros de apoyo emocional y una lleva la prescripción
médica que lo avala. Esta escena se ve cada vez más
a menudo en muchos restaurantes.
De un tiempo para acá, las mascotas no sólo han invadido
establecimientos de comida, sino también aviones, oficinas
y balnearios.
Ello se debe a una reciente normativa federal que establece que
los animales usados para ayudar a personas con problemas emocionales,
como depresión y ansiedad, deben recibir la misma facilidad
de acceso y privilegios que los que acompañan a los discapacitados
físicos.
La nueva ley refleja un reconocimiento cada vez mayor de las denominadas
terapias asistidas con animales, sobre todo con canes, que han demostrado
diversas ventajas para la salud humana.
Perros con receta médica
En Estados Unidos hay más de 2,000 programas que utilizan
animales con fines terapéuticos.
En el Reino Unido, más de 5,000 perros visitan periódicamente
los hospitales para ayudar a mejorar la calidad de vida de los enfermos
mentales y terminales.
En Japón y algunos países de Europa se permite a
los empleados llevar a sus perros a la oficina. El efecto se refleja
en el rendimiento de la empresa.
Un estudio de la Asociación Estadounidense de Clínicas
Veterinarias (AAHA) muestra que el 92% de las personas encuestadas
mejoró su salud gracias a la relación con sus mascotas.
El 76% considera que su estrés disminuyó, el 65%
asegura que su salud mental es mejor y para el 31% su estado físico
mejoró debido al ejercicio que hacía habitualmente
con su mascota.
Las mascotas que más ayudan a relacionarse y a elevar la
autoestima son los perros, adecuados para personas con problemas
de socialización, ancianos o quienes viven solos, y los gatos,
más apropiados para gente con movilidad reducida, pues no
es necesario sacarlos a pasear y pueden quedarse en casa todo el
tiempo. (EFE)
Ventajas de las mascotas
La gente que tiene un perro tiene más probabilidad de sobrevivir
después de un ataque cardiaco que el resto de los afectados,
reveló un estudio de la Clínica Mayo.
Los dueños de animales tienen menos estrés, una presión
sanguínea más baja y un ritmo cardiaco más
normalizado, según otras investigaciones médicas.
En ancianos, se ha comprobado que los animales mejoran la autoestima,
favorecen el ejercicio físico, aumentan el contacto social
y la vitalidad y disminuyen la medicación.
Además, reducen en las personas mayores los sentimientos
de tristeza, soledad, ansiedad y depresión.
En niños con trastornos emocionales facilitan el aprendizaje
de las matemáticas, elevan la autoestima, desarrollan la
compasión y ayudan a entender mejor la vida y la muerte.
RICARDO GONCEBAT
www.diariosrumbo.com
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