Associated Press
FACATATIVA, Colombia - Cumplieron misiones heroicas, salvaron vidas y pusieron sus garras sobre cientos de narcotraficantesutilizando como única arma sus frías narices.
El jueves, la policía colombiana jubiló a 10 de los integrantes de una de sus más eficientes unidades: la canina.
"Cumplieron con su servicio... ya dieron lo que tenían que dar y también en su ancianidad se van a descansar después de haber trasegado por tantos pueblos y ciudades colombianas detectando explosivos, narcotraficantes, salvando muchas vidas humanas del flagelo del terrorismo y del narcotráfico", manifestó el director de la policía nacional, general Jorge Daniel Castro.
El general impuso una medalla a cada can, se arrodilló frente a ellos y les dijo: "gracias por tus servicios ahora puedes ir a descansar", luego les daba unas palmadas en el cuello y una instrucción para estrecharles "la pata".
La ceremonia se realizó en una academia policial de Facatativa, a unos 30 kilómetros al sur de Bogotá.
Luis Marín, el policía que guiaba a Lady I, una pastor de 12 años experta en detectar drogas, expresó que el can "estuvo en
un sitio muy vulnerable del narcotráfico, en puerto Buenaventura. Se calcula que detectó (en) más de 100 operaciones...
varias toneladas de drogas que iban para los Estados Unidos", cuya agencia antinarcóticos (DEA), también la condecoró por su labor.
El policía Edwin Barbosa, instructor de la perra experta en detectar explosivos Donja II, relató que "detectó muchas minas...y hoy pasa al merecido descanso".
La peculiar ceremonia también sirvió para "graduar" a otros 77 canes que fueron adiestrados para las mismas funciones y servirán por todo el territorio colombiano.
Una de las perras recién entrenadas, Kathy, de nueve meses, estuvo "tres meses en la escuela... en donde se le enseñó diferentes clases de explosivos para que los conozca y salga a trabajar", dijo su instructor.