Perros y gatos prehistóricos cohabitaron según estudio
Restos de fósiles de tigres dientes de sable (conocidos oficialmente como Smilodon) y osos-perro demuestran que ambos animales prehistóricos cohabitaban compartiendo comida y territorios.
Un grupo de paleontólogos de la Universidad de Michigan, de la Universidad de California y del Museo Nacional de Ciencias Naturales estudiaron los restos fosilizados de estos depredarores en una fosa en el centro de España. Al analizar el esmalte de los dientes de dos especimenes de Smilodon y de osos-perro han podido concluir que ambos convivían pacíficamente.
En los últimos ocho años, el equipo de investigación ha estado excavando nueve lugares en el Cerro de los Batallones en España. Dos de estos sitios son fosas antiguas con una gran abundancia de fósiles de antiguos mamíferos carnívoros.
"Estos sitios ofrecen una ventana única para entender la vida en el pasado" señaló Soledad Domingo, una estudiante postdoctoral del Museo de Paleontología de la Universidad de Michigan y autora de la investigación.
Dentro de las fosas, el equipo encontró depredadores de finales del Mioceno: El Smilodon "Promegantereon ogygia" del tamaño de un tigre actual, y el oso-perro "Machairodus aphanistus", del tamaño de un león. Los osos-perro eran grandes depredadores prehistóricos con dientes de perro y un cuerpo de oso. Su fisiología indica que se movían lentamente pero eran capaces de correr tramos cortos a alta velocidad.
La información recopilada sugiere que los Smilodon y los osos perros vivía en un área forestal con praderas. Los Smilodon competían por la misma presa, como caballos y jabalíes, mientras que los osos-perro cazaban antílopes, los que ocupaban áreas más grandes. Los territorios de caza generalmente se cruzaban, pero se mantenían separados para evitar conflictos.
"Estas especies eran simpátricas, habitaban la misma área geográfica. Lo que hacían para coexistir era evitarse mutuamente y compartir los recursos" señaló Domingo.
Para detectar sus hábitos alimenticios los expertos analizaron los dientes fosilizados de 69 especimenes.
Analizando los Isótopos de carbono, el equipo pudo determinar la dieta de los animales. La información de los herbívoros se usó para determinar el tipo de plantas que existían en el área. Los dientes de los depredadores por otro lado, demostró que se alimentaban de presas distintas pero que convivían en el mismo lugar.
El estudio será publicado en la siguiente edición de la revista Proceedings of the Royal Society B.