Sarna, una enfermedad a la que puede frenar a tiempo

La sarna es una enfermedad que se puede presentar a cualquier edad en los perros, aunque los más propensos a sufrirla son los más jóvenes y ancianos. Los de raza de pelo corto (como el pinscher alemán o el pastor belga) y con pliegues (shar pei, bulldog, entre otros) son los más vulnerables ante este mal, asegura la veterinaria Mariuxi López.

La experta agrega que si la sarna no se trata a tiempo, la mascota corre el riesgo de tener en la piel lesiones irreversibles y resistentes a tratamientos. “Esta enfermedad no sucede de un día para otro, es un proceso que puede llevar meses a un año”, agrega.

Los exámenes médicos son necesarios para determinar el tipo de sarna que tiene el perro para comenzar con la medicación respectiva. Se debe verificar que se trata de este mal y no de otra enfermedad dérmica.

El especialista David Zambrano subraya que la sarna se transmite de un animal a otro y que el parásito que la causa no puede vivir fuera del animal, por lo que el entorno del can no se contamina.

Este hecho sucede cuando se trata de la sarna demodéctica, la más común en canes, pero la sarcóptica, menos frecuente, es la única que, además del can, puede afectar al ser humano, provocando en este una reacción alérgica, manifiesta López.

La sarna otodéctica, que también puede afectar a gatos, tiene incidencia mínima en los canes, coinciden los expertos.

Esté atento si su perro sufre de una picazón constante (prurito), caída del pelaje (alopecia), descamaciones y enrojecimiento de la piel (eritema).

“Las lesiones más frecuentes se localizan en los codos, tarsos (articulaciones de las patas) y bordes de los pabellones auriculares”, dice López. Cuando la enfermedad progresa los bordes de los pabellones auriculares (o sea los perfiles de las orejas) se vuelven costrosos, sin pelos y engrosado. El prurito intenso causa, además, autotraumatismo (heridas) y pérdida de peso.