Nanotecnología que imita a los perros para detectar explosivos
El olfato de los perros ha inspirado a un equipo de investigadores de la Universidad de California, Santa Bárbara (UCSB), a la hora de diseñar un dispositivo capaz de identificar explosivos y otras sustancias ilegales. El grupo de científicos, liderados por los ingenieros Carl Meinhart y Martin Moskovits, ha creado el artefacto que capta moléculas en el aire imitando este mecanismo biológico canino. Por supuesto, el sistema en cuestión llega más lejos con los olores de lo que lo pueden hacer las personas.
La base de su invento, portátil, de gran precisión y susceptible de ser aplicado a muchas otras funciones, por ejemplo el diagnóstico de enfermedades, es la nanotecnología en microfluidos. De todos modos, como señala el profesor Meinhart, su inspiración real son “las narices de los perros”, considerados por estos especialistas “el estándar por excelencia en la detección de bombas”.
Sin embargo, según añade este experto, “con los animales ocurre lo mismo que con los seres humanos: pueden tener un mal día, estar cansados o distraídos”, algo que supuestamente no sucedería con su aparato, desarrollado bajo el amparo del Instituto de Biotecnología de la UCSB y sufragado en parte por el Ejército de los Estados Unidos. El resultado del proyecto, en el que también han intervenido Brian Piorek y Lee Seung-Joon, ya ha sido patentado.