Al tratar al Pastor de Brie hay que hacerlo con cariño, enfatizando más las recompensas que los castigos y valorando sus (no pocas) buenas cualidades. Al ser un perro de gran vitalidad y de tamaño medio grande es necesario que cada día pueda correr en un espacio abierto. La poca dificultad en el cuidado de su aseo contrasta con la complicada combinación sensibilidad-dureza de su adiestramiento.