Deben vigilarse los ojos, ya que su exoftalmia (prominencia) los hace muy vulnerables a diversos tipos de trastornos. Su manto exige un cepillado diario para evitar la formación de nudos y la melena debe desenredarse.
El pekinés tiende a agarrar los resfriados muy fácilmente. Los nacimientos son muy difíciles. Los problemas respiratorios y los problemas del corazón también son comunes .
Las orejas tienen que ser limpiadas e inspeccionadas frecuentemente. De notar cualquier anormalidad el veterinario debe de ser consultado antes que se agrave el problema.
El pekinés tiene bastantes problemas de nariz, por su forma achatada, lo cual le puede provocar dificultades respiratorias que conviene vigilar regularmente. Asimismo, es conveniente estar atento al estado de sus ojos. Esta raza no necesita abundante ejercicio para mantenerse en forma, por lo que cortos paseos diarios son suficientes para que no engorde excesivamente. Por último, es necesario cuidar su pelo, mediante el cepillado diario.
Si se pretende que el perro esté correctamente educado se debe llevar a cabo un adiestramiento firme pero con calma y paciencia, ya que esta raza necesita del afecto y cariño de su amo. Además, conviene educarlo a tiempo, con el fin de reducir el mal humor que le caracteriza. Incluso se lo compara con un gato, por su carácter; ya que es muy orgulloso y tozudo. Además, es una raza acostumbrada a la vida cómoda porque en sus orígenes fue un perro de lujo.