Él mismo se encarga de su aseo personal, aunque se le ha de cepillar una o dos veces por semana y darle uno o dos baños por año y si las uñas no se le desgastan demasiado, hay que cortárselas con unos alicates especiales. Aunque es inquieto en casa, el Pinscher Miniatura necesita corretear en el exterior, si no se puede poner nervioso. Tiene demasiado afecto por su amo, hasta el punto que puede sentirse celoso, a veces mostrándose agresivo de cara a los desconocidos.