Vivaz y afectuoso, el Samoyedo tiene un cuerpo musculoso y robusto. Pecho ancho, costillas arqueadas y miembros musculosos. La cabeza tiene forma de cono y un stop bien marcado. El hocico es redondo y las comisuras de los labios, ligeramente remangadas, forman una característica "sonrisa". Ojos oblicuos y oscuros, orejas erguidas y cola llevada sobre el dorso. Su pelaje es áspero, largo y espeso, sin rizos y con un vello lanoso y apretado. De color blanco, a veces crema.