El Staffordshire Bull Terrier es un perro que por lo general suele gozar de muy buena salud, no en vano está considerada una raza fuerte y poco problemática en lo que a su salud respecta.
No obstante, actualmente, debido a la cría indiscriminada y/o irresponsable para el comercio, a mayor o menor escala, de perros en general y de SBT en particular, están comenzando a surgir ciertos problemas de salud derivados de su genética. Los problemas genéticos más comunes son: cataratas bilaterales, demodex, paladar hendido, labio leporino, displasia de codo, displasia de cadera, luxación patelar, atrofia progresiva de retina, enfermedades de Von Willebrand. Últimamente también se están viendo bastantes casos de un trastorno del sistema nervioso llamado L2-HGA.
Otros dos problemas bastante comunes en los Staffordshire Bull Terrier son los problemas relacionados con la piel y con las articulaciones.
Los problemas de piel más comunes en los Staffordshire Bull Terrier son la dermatitis acral por lamido, que por alguna inexplicable razón suele ser algo común en perros de tamaño pequeño/mediano; la sarna demodécica producida por el ácaro demodex canis, la cual consiste en una trasmisión genética de un fallo inmunológico que impide la lucha contra este ácaro; lo más común es que surja cuando el perro está pasando por periodos prolongados de inmunodepresión (defensas bajas).
Los problemas articulares, tendinosos, ligamentosos o musculares por lo general vienen dados por dos vías bastante claras: la primera es la genética y la segunda la desproporción tamaño/peso que existen en esta raza (perros muy cortos pero muy pesados debido a la gran cantidad de musculatura que tienen en su cuerpo). Ambas vías mezcladas con un mal manejo del animal suelen acabar derivando en lesiones con diferentes grados de gravedad.
Lo primero siempre será asegurarnos de que adquirimos animales “genéticamente limpios” y luego tener en cuenta siempre de que tenemos un ser vivo en nuestras manos, con sus limitaciones y sus fragilidades. Teniendo esto en cuenta tendremos las siguientes consideraciones a la hora de proponer determinadas actividades/ejercicios a un SBT:
El Staffordshire Bull Terrier tiene el gran problema de tener un crecimiento rápido y un desarrollo más bien lento. Esto se traduce en un crecimiento de huesos rápido y un desarrollo de músculos, tendones y ligamentos lentos. Con 6-8 meses tendremos un animal pesado con unos tendones y ligamentos aun débiles y una musculatura que aun continua laxa.
Debemos de tener en cuenta lo anteriormente explicado para aplicarlo a la cantidad e intensidad del ejercicio que podamos dar a un Staffordshire Bull Terrier. Siempre hay que dar prioridad a los ejercicios propioceptivos para el perro, y posteriormente pensar en ejercicios físicos de calidad.