Muchos consideran al Weimaraner como un compañero de la familia, porque su dependencia con los humano es excepcionalmente fuerte. Los Weimaraners dan amor y el afecto incondicional. Dan a los niños una sensación que alguien los está cuidando sin grandes demandas. Sus expresiones y comportamiento traen risa, pero estos payasos tan amables se convierten en protectores cuando es necesario.
El Weimaraner es ideal para los que quieran tener como compañero un perro que sea intenso, cariñoso y que necesite atención - exigen acostarse abajo con el contacto del cuerpo cuando los dueños se sientan -.
La gente que se moleste cuando su perro abra una puerta para permanecer cerca, no gozará de vida con los Weimaraners. Esta es una raza para personas con un buen sentido del humor y con voluntad de invertir tiempo y esfuerzos necesarios para enseñar a estos perritos activos e imaginativos. Los weimaraners tienen gran potencial de aprendizaje, del malo o del bueno. Si esperan que su perro viva como muchos de otras razas y el patio de atrás lamentarán tener un Weimaraner, y ni el perro ni el dueño serán felices.
Los Weimaraners pueden convivir con gatos y otros animales domésticos si conviven de cachorros. Aunque los alemanes realzaron el instinto de caza, los cachorros aprenden a aceptar la mayoría de los animales domésticos de la familia, se los debe entrenar desde que llegan al hogar.