El American Staffordshire Terrier (Amstaff)
es un muy raza musculosa, rechoncha, pero es un perro ágil,
y es sumamente fuerte para su tamaño. El pelo es corto,
denso y brillante, se admiten ejemplares de cualquier color
y distribución, a excepción del blanco completo,
más del 80% de blanco, negro y fuego e hígado.
El American Staffordshire Terrier es amable, divertido, es un
animal doméstico familiar sumamente fiel y afectuoso.
Es bueno con los niños y adultos. Casi siempre es obediente,
este perro no quiere nada entonces más para agradar a
su amo.
Es un perro extraordinariamente valiente, lleno de vitalidad.
Debido a su ascendencia todavía es una raza de pelea,
por lo que para controlar su carácter se le debe inculcar
disciplina.
Sus orígenes se remontan al menos a
los siglos XVI y XVII, cuando las peleas de perros contra toros
y contra osos se hicieron muy populares en el Reino Unido. Precisamente
este punto, las peleas contra toros, inclina a algunos estudiosos
a exponer que uno de los ancestros de esta raza fue el Spanish
Bulldog, nombre con el que se conocía al perro de presa
español, dada la tradición sobre la cría
del toro bravo en España. A este respecto, hay constancia
de que en 1868 el señor Marquardt importó desde
España dos ejemplares y que en 1873 Frank Adcock se llevó
otros tantos.
Otra de las aficiones de aquella remota época era el
llamado «ratting», que consistía en introducir
en un foso un gran número de ratas y un terrier; aquel
perro que matara más ratas en menos tiempo era el ganador.
Los perros que intervenían en esta actividad eran de
diferentes razas, entre ellas se encontraba el Old English Terrier,
parecido al Manchester Terrier pero con la cabeza más
grande y fuerte.
Alrededor de 1800 se realizaron cruces de Old
English Terrier con Bulldog y con Blue Paul, un perro de pelea
escocés, cuyos propietarios solían ser mineros
de la zona de Staffordshire, allí los empezaron a llamar
Bull and Terrier.
Una vez que se prohibieron las peleas de perros
contra toros y osos, los propietarios de estos ejemplares se
dedicaron a enfrentarlos entre sí. Debido a su agilidad,
rapidez, inteligencia y resistencia, rápido desplazaron
a los Bulldog, de modo que las contiendas se hacían más
espectaculares y duraderas. La fama que alcanzaron los Bull
and Terrier de la zona de Staffordshire hizo que poco a poco
recibieran este nombre, aunque no fue reconocido oficialmente
hasta 1935 como Staffordshire Bull Terrier. Una vez prohibidas
las peleas de perros sus propietarios seleccionaron ejemplares
con las mismas características pero de menor tamaño,
para poder esconderlos mejor en caso de encontrarse con la policía.
Paralelamente se produjo una colonización
del territorio americano, evidentemente los ciudadanos llevaban
consigo sus perros, con ellos su costumbre de organizar peleas.
Allí se seleccionaron ejemplares más pesados que
los ingleses, ya que en Estados Unidos no estaban prohibidas
las peleas de perros y no necesitaban ser escondidos. Con el
tiempo estos perros fueron conocidos con el nombre de American
Staffordshire Terrier.
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