El Basset Hound es sin lugar a dudas uno
de los perros más cómicos y más simpáticos
de todos y su éxito se debe, seguramente más a
su aspecto particular que a sus cualidades venatorias de sabueso.
Sin embargo, está dotado de un olfato muy fino y es empleado
con óptimos resultados en la caza de la liebre, el jabalí
y el corzo, demostrándose muy resistente pero poco veloz.
De carácter afectuoso, sabe sin embargo ser especialmente
obstinado y testarudo, sorprendiendo al propietario con un insospechado
espíritu de independencia.
Aún estando reconocida como raza americana, no hay dudas
que su origen debe buscarse entre los sabuesos franceses y más
específicamente en el Basset d'Artois cruzado en tiempos
más remotos con otros, entre los cuales se encuentra
el Perro de San Huberto. Este nuevo tipo de perro, obtuvo un
notable éxito tanto en Francia como en Inglaterra donde
se extendió con relativa rapidez.
El Basset Hound es una de las más populares
en el mundo entero. Su nombre deriva de la palabra francesa
«bas», bajo, que designaba a un tipo de perro de
rastro, o sabuesos, que tenían las patas cortas. La teoría
más extendida acerca de su conformación asegura
que se debió a la adaptación de estos ejemplares
a su entorno y funcionalidad..
Los orígenes más remotos están en los perros
que los romanos llamaron Canis sagaces, animales que cazaban
mediante el olfato y que eran de pequeña estatura.
La cría de estos animales no constituyó
una raza en el sentido que la entendemos hoy; sin embargo, tuvieron
una enorme importancia en la formación de las primeras
razas de rastro francesas. En sus inicios los llamados perros
de San Huberto se cruzaron con los de otras regiones, todos
ellos destinados a la caza, y había tres categorías
según su tamaño: Chiens d'Ordre, de 57,5 centímetros,
que cazaban ciervos y jabalíes; Chiens Briquets, de entre
37,5 y 50 centímetros de altura, para caza menor, como
los corzos; y los Chiens Bassets, más pequeños
que los anteriores; de éstos, los ejemplares destinados
al rastreo de piezas de caza menor por lo común tenían
las patas rectas y aquellos que poseían unas patas torcidas
en mayor o menor grado eran usados más como terreros,
cazadores en madrigueras.
Los primeros documentos de Basset británicos
datan de 1304, y en ellos se mencionan unos perros enviados
por el primer príncipe de Gales al rey de Francia para
la caza de la liebre. Al Reino Unido llegaron de la mano de
los normandos alrededor del año 1066.
A pesar de los ancestros tan antiguos del perro
tipo Basset, la raza que nos ocupa no aparece hasta la segunda
mitad del siglo XIX, en Francia, si bien fue seleccionada por
distintos miembros de la aristocracia británica. Su presencia
era tan relevante en 1884 que se fundó el Basset Hound
Club, y en 1886 se presentaron 120 ejemplares en la exposición
celebrada en el Aquarium de Londres.
Distintas circunstancias sociopolíticas
impidieron que siguiera gozando de gran popularidad, algo que
cambió en 1954, cuando se fundó un nuevo club
de raza en el Reino Unido. A partir de esa fecha la fama del
Basset Hound no ha parado de crecer y atravesar fronteras
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