El origen de la raza es inglés,
son los sabuesos más pequeños y tienen una excelente
reputación como cazadores. Se han especializado para
la caza de la liebre, acosándola en persecución
con espíritu tenaz, aunque también son excelentes
cazadores de conejos y pueden aprender a seguir otros rastros.
Una particularidad de los Beagles es su aullido en persecución,
el cual alerta al cazador sobre la presa que acosan, es tan
gustado para algunos que lo consideran una bella melodía.
Pero cazar es sólo uno de los muchos talentos que
nos ofrece esta extraordinaria raza. Su apariencia agrada
a gente de todas las edades; carismáticos y afectuosos,
gentiles y amigables, los Beagles también son maravillosas
mascotas, competidores en shows de belleza y conformación,
en pruebas de obediencia y han demostrado ser excelentes detectores
de drogas, esto último es de gran ayuda a la sociedad.
Los Beagles son suficientemente pequeños para adecuarse
a cualquier casa o departamento, son fuertes, sanos y fáciles
de cuidar. Son entusiastas, excelentes compañeros de
juegos de niños y por qué no, de adultos también
y aceptan fácilmente compañía de otros
animales.
Los Beagles son perros encantadores para toda la familia,
que aunque pequeños por fuera, realmente son grandes
por dentro, tienen una expresión de nobleza tentadora
y es difícil imaginar otro perro tan encantador. Se
debe saber que necesitan compañía y ejercicio,
pero a cambio nos ofrecen amistad y fidelidad.
Un velo de incertidumbre cubre los remotos
principios del Beagle. Algunos registros históricos señalan
la antigua Grecia y la Francia primitiva como los lugares de
origen de la raza, y hay evidencia que apoya la suposición
de que en tiempos de las Cruzadas la raza Beagle era ya reconocida
como raza de perros de caza. Descendiente directo del Otterhound,
probablemente a través del Bloodhound, el Beagle es el
progenitor de todas las variedades modernas del sabueso.
Inglaterra adoptó el Beagle a principios de su historia,
y en tiempos de la reina Isabel I, las jaurías de sabuesos
eran populares en casi todas las grandes propiedades campestres.
No cabe duda de que los criadores ingleses hicieron más
que los de ninguna otra nación para desarrollar el Beagle,
aunque Francia sigue teniendo, incluso en nuestros días,
excelentes familias. Los primeros colonos que se establecieron
en América llevaron consigo sabuesos de diferentes tipos
y variedades, más que nada como ayuda para conseguir
alimentos, y no dieron demasiada importancia a desarrollarlos
como tipos o variedades específicas.
A principios de la década de 1870, algunas personas
se interesaron en desarrollar el Beagle en Estados Unidos. Entre
ellos estaban Norman Elmore, de New Jersey, y el general Richard
Rowet, de Illinois. Estos criadores importaron Beagles ingleses
de excelente tipo y pedigree, y dieron comienzo a la idea de
llevar registros de los apareamientos y de las subsiguientes
camadas como una manera de proporcionar terreno fértil
para desarrollar Beagles que pudieran satisfacer las necesidades
de la nación. Hasta entonces, el Beagle inglés
había sido adiestrado principalmente para perseguir zorros,
y había sido criado para alcanzar una altura de 37-42
centímetros en la cruz. En América, el Beagle
fue criado selectivamente para reducir su altura. Actualmente,
no es difícil encontrar Beagles de una altura de sólo
25 o 30 centímetros en la cruz.
Hacia 1880, Hiram Card, de Elora, Canadá, comenzó
a importar Beagles ingleses, y con cuidadosos cruces desarrolló
la variedad de cabeza azul, aún frecuente en los pedigrees
modernos.
Durante todo este tiempo, el Beagle fue estrictamente un perro
de caza, criado y adiestrado exclusivamente para la caza. No
fue hasta más tarde que el Beagle comenzó a conquistar
los corazones de familias enteras y a popularizarse por sus
numerosas cualidades además de la habilidad como cazador.
A medida que pasaron los años, muchos grandes criadores
con diferentes ideas tomaron parte en el desarrollo de habilidades
individuales de Beagles. Esencialmente, sin embargo, el Beagle
ha permanecido cerca del cazador. Incluso en la actualidad,
sus evaluaciones de exhibición se basan en las características
que promueven una mejor capacidad para desempeñar las
funciones para las cuales se desarrolló originariamente
la raza.
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