El Boyero de Berna (Berner Sennenhund)
tiene un carácter enérgico, atento, impetuoso
pero no mordedor, siendo extremadamente cariñoso con
su amo y desconfiado con los extraños.
Es un perro inteligente que cuida con gran celo a la familia,
pero de forma discreta, sin alardes de agresividad. Es muy apegado
a su amo, con el cual es absolutamente incondicional, lo que
hace muy difícil aceptar a un nuevo dueño. Con
los niños se comporta de manera juguetona y alegre, además
de mantener una actitud vigilante.
Aprende con facilidad, es muy fácil de adiestrar.
Necesita ser educado con firmeza pero sin brutalidad y con
paciencia, ya que sólo alcanza la madurez hacia los
18 meses o lo dos años de edad. No le gusta la soledad.
El Boyero de Berna tiene buenas relaciones con otros animales.
El Boyero de Berna es un perro particularmente
resistente a las enfermedades: no se conocen afecciones a las
cuales esta raza esté particularmente expuesta aparte,
por supuesto, de las enfermedades comunes a todos los perros.
Por lo tanto, no necesita nada más que las curas médicas
normales que se realizan a todos los perros.
Hay que cuidar mucho su alimentación durante los meses
de desarrollo para evitar excesos de peso. Como todas las razas
grandes se debe realizar un estricto control de la displacia
de cadera.
No se siento a gusto en climas muy calurosos. El cuidado del
pelaje debe realizarse diariamente con un cepillo doble, pasando
alternativamente la parte con púas metálicas y
la que tiene cerda. Como todos los perros boyeros, necesita
de espacios suficientemente amplios al aire libre porque ése
constituye su ambiente natural.
|