El Cocker spaniel Americano es un perro deportivo y afectuoso,
que se mueve con mucha elegancia y suntuosidad. Es también
cariñoso y alegre.
A partir del Cocker Inglés a fines del siglo pasado
los norteamericanos comenzaron a "construir" esta
raza. Fijando sus características de tipicidad el resultado
tuvo un gran éxito, difundiéndose primero en
estados Unidos y luego en Europa y Australia.
Su alegría, su carácter jovial y juguetón
lo han convertido en un perro de lujo y compañía.
Su aspecto general es el de un perro agradable y elegante,
con un andar desenvuelto y ágil. La cola debe agitarse
cuando el perro se mueve.
La cabeza, muy modelada, tiene el hocico ancho y profundo.
El cráneo es redondeado, y las orejas – sin duda
su característica más vistosa – son de
inserción baja, muy largas.
El pelaje es ligeramente ondulado, de textura sedosa, con
flecos en las orejas, y parte inferior del tórax y
abdomen y en las extremidades. Los colores pueden ser: negro,
negro y fuego, crema, rubio, y particolores blanco y negro,
blanco y dorado o tricolor.
Los orígenes de esta raza se encuentran
en Inglaterra entre mediados y finales del siglo XIX. Entonces
todavía no existían los Cocker como hoy los vemos,
sino que los británicos estaban seleccionando un tipo
de Spaniel de menos de 12,5 kilos de peso al que llamaban Water
Spaniel. No es hasta 1893 cuando se les empezó a llamar
Cocker.
Hacia 1880 nació un perro negro de
un cruce entre Sussex Spaniel y Field Spaniel que tuvo mucho
éxito en las exposiciones, su nombre era «Obo».
Un estadounidense se enamoró de él y se llevó
una perra con la que le cruzaron. De este cruce nació
en 1882 el que fue llamado «Obo II», participante
en el pedigrí casi de la totalidad de los perros Cocker
de aquella época, y a través de uno de sus descendientes,
«Robinhurst Foreglow», en los actuales.
La evolución del Cocker Spaniel Americano
tiene un carácter marcadamente socioeconómico.
Como es lógico, todas las personas tanto estadounidenses
como canadienses que podían viajar a Europa en aquella
época pertenecían a una clase social rica, con
grandes mansiones a lo largo de la costa Este. Éstos
deseaban un tipo de perro de compañía de pequeño
tamaño, alegre y con un manto de pelo cada vez más
largo. Como es evidente, tal deseo le fue alejando paulatinamente
de su idiosincrasia original, la caza.
En la cría que hicieron los estadounidenses
fueron teniendo mayor éxito los ejemplares más
pequeños —alrededor de los 12,5 kilogramos—,
de cuerpo más corto, más chatos y con el pelo
más largo. Con el tiempo las diferencias respecto de
los ejemplares criados en el Reino Unido, donde todavía
se les utilizaba como animales de caza y que tenían un
peso de alrededor de 16 kilogramos, fueron tan evidentes que
se creó una gran polémica.
Algunos se agruparon para defender el estándar
del Cocker Spaniel Inglés con la formación del
club de la raza en 1935. Fueron los canadienses los primeros
en diferenciar las distintas directrices de cría como
dos razas distintas. Con este antecedente, el American Kennel
Club desarrolla y oficializa dos estándares distintos,
uno para cada raza, en 1945.
Hoy día es un perro popularísimo
en Estados Unidos, tanto que casi ha llegado a ser el perro
insignia de ese país. Como curiosidad comentemos que
es en Europa donde se le conoce como Cocker Americano, allí
es conocido simplemente como Cocker Spaniel.
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