Su majestuosidad, su gran talla y su belleza no son sus únicas
cualidades. A esto se suma una extremada gentileza y un carácter
perfectamente equilibrado. Este excelente perro de familia
es, al mismo tiempo, un perro guardián y un auténtico
deportista.
En su larga existencia, el Gran Danes ha sido perro de combate,
de caza, de paseo, de guarda, de defensa personal. Actualmente
se le emplea como perro de guarda, pero es muy buscado por
sus cualidades de belleza y cordialidad como un complemento
decorativo de jardines, donde puede correr cuanto precise
para mantenerse físicamente en forma.
La raza actual es testimonio de su antigua diversidad. Concretamente
porque existen tres variedades distintas. Se trata de variedades
de color. Los jaspeados y dorados poseen una reputación
de más elegantes, los arlequín y los negros,
por su parte, son más comunes.
Originario de Alemania, es un perro de tipo
mastín de gran peso que, al igual que los Rottweilers,
los Romanos utilizaron en la guerra.
En el siglo XVIII el Gran Danes era conocido
en toda Europa. Acompañaba, por ejemplo, a los lores
ingleses con sus equipajes. Posteriormente, fue utilizado para
la caza mayor pero, debido a su gran peso y lentitud, se introdujo
en la raza sangre del sabueso de vista audaz y de mayor peso.
El estándar actual, que data de 1994,
atribuye dos ancestros al Gran Danes moderno. Por un lado, el
Bullenbeisser, o dicho de otra manera, la versión alemana
del perro de toro que existió en todos los países
europeos y que es, además, uno de los dos ancestros del
Boxer. Por otro lado está el Hartzrüde, macho para
la caza de montería. Los más grandes mastines
fueron el orgullo de las jaurías de caza de montería
para la caza mayor, en particular el jabalí. Aunque,
posteriormente, la caza de montería fue abandonada en
Alemania en beneficio de la utilización de armas de tiro,
el Hartzrüde sobrevivió como perro de guerra, guardián
de castillos y ceremonia. Fue ampliamente conocido como Kammerhunde
o 'perro de corte'.
Pero la carrera de lo que debía ser
el Gran Danes empezó en 1876, año en el que en
la Exposición de Hamburgo se concentraron 69 ejemplares
que provenían de diversas regiones de Alemania. De ellos,
45 eran de tipo ligero, llamado 'de Ulm' y los 24 restantes
presentaban un tipo pesado o 'danés'. Ante este hecho,
se hacía necesario unificar todos esos perros en una
única raza y borrar esta denominación de 'danés'
que sonaba muy mal a los oídos germanos.
Dos años más tarde, con motivo
de otra exposición, un comité de jueces y criadores
bajo la presidencia del Dr. Bodinus, decidió adoptar
el término de Dogo Aleman o Gran Danes.
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