El Pointer ha sido definido como el perro de caza por excelencia,
en virtud de sus clásicas formas. Velocísimo
e incansable cazador, orgullo de los apasionados de las grandes
búsquedas por sus grandes cualidades, que sabe poner
de manifiesto sobre terrenos llanos y limpios. Dotado de un
finísimo olfato, sabe percibir el más leve olor
de cualquier animal, incluso en climas cálidos y secos.
Pointer viene del inglés “to point” es
decir, puntar o parar la caza.
El Pointer se desarrolló en las Islas Británicas
en el siglo XVII a partir de sabuesos importados de España,
que fueron cruzados con razas autóctonas como el Foxhound
y lebreles ingleses así como con otras razas importadas
del continente (bracos franceses e italianos), hasta conformar
la raza tal y como la conocemos hoy en día.
Aunque se considera el padre de la raza a William
Arkwright, que controló de manera muy precisa la cría,
fijó sus características particulares y en 1902
escribió una completa y exhaustiva bibliografía
de la raza, los orígenes del Pointer, según algunos,
deben buscarse en los Bracos españoles, llevados a Inglaterra
a comienzos del siglo XVIII por los soldados de aquel país,
que volvían de la guerra de España. En esta raza
se habría introducido, aproximadamente un siglo más
tarde, sangre del Foxhound e incluso del Braco francés.
Según otros, y entre ellos encontramos al propio Arkwright,
el Pointer descendería del Braco italiano, progenitor
de muchas otras razas de muestra. Otros, todavía afirman
que el Pointer no es otra cosa que la evolución de una
raza que, desde tiempos remotos, estaba afirmada en Inglaterra.
En uno u otro caso, el resultado es realmente extraordinario,
hasta el punto de que, en el siglo XIX, el Pointer había
desplazado, en gran parte de Europa, a casi todas las diferentes
razas de Braco típicas de las distintas regiones. Rápidamente,
este perro se convirtió en objeto de estudio y muchos
textos de zootecnia y de anatomía canina lo citan como
modelo. Con el pasar de los años, su notoriedad atravesó
incluso los océanos y pronto se difundió en América
y, sucesivamente, en Australia.
Hoy está presente en todos los países,
ya sea como auxiliar del cazador o, sobre todo, en las exposiciones
caninas de belleza y en las grandes pruebas clásicas
de caza. Sin embargo, su gran difusión ha estado acompañada
por una progresiva decadencia del propio tipo en su país
de origen, Inglaterra, y es posible afirmar que, en la actualidad,
los mejores Pointer son los de los criaderos italianos, seguidos
por los daneses, y que obtienen grandes éxitos, sobre
todo en las carreras, donde se disputan importantes clásicos
como la "Copa Europa". También ha hecho una
gran contribución al Pointer el conocido cinólogo
italiano, profesor Solaro, que en 1953 publicó un libro
dedicado a este perro, y que se ha convertido en un clásico
para todos los cinófilos. De este trabajo del profesor
Giuseppe Solaro transcribimos un trozo, que representa la síntesis
de las características de este perro.
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