Los Rhodesian Ridgeback son perros medianos a grandes, un
poco más largos que altos, de pelaje corto que abarca
los colores desde el trigo clarísimo hasta el caoba,
puede presentar una mancha blanca en el pecho y en los dedos
de las extremidades, tiene una amplia y noble cabeza que no
presenta arrugas cuando esta en reposo.
Su detalle anatómico más interesante es, una
franja sobre el dorso, a lo largo de la espina dorsal donde
el pelo esta vuelto en sentido contrario al resto de la capa
y que las leyendas indígenas atribuyen a un zarpazo
de león. Feroz y decidido cuando caza, se muestra por
el contrario tranquilo y afectuoso dentro de la casa.
El origen de los perros crestados se remonta a 3000 años
AC según hallazgos rupestres, llegaron desde Etiopia
acompañando a los Hotentotes, finalmente y luego del
advenimiento de los colonos a Africa del Sur, gracias a los
cuales recibió los aportes de sangre de Greyhound,
Mastiff, Gran Danés, y algunos terriers, llegaron a
Rhodesia, de donde tomaron su nombre, su estándar se
estableció en 1922.
Este rustico perro crestado resistía el tremendo clima
africano, era sumamente fugal, y mantenía sus condiciones
de nobleza y lealtad, no temía siquiera al león
que era el mayor depredador de los rebaños y hombres,
por lo que era un guardián inestimable que podía
hacer la diferencia entre la supervivencia y la extinción
en condiciones tan adversas.
Finalmente el Rhodesian Ridgeback se ha extendido por el
mundo donde es apreciado como un excelente perro familiar,
cómodo para convivir, guardián, poco ladrador,
sumamente limpio y especialmente tranquilo.
El Rhodesian Ridgeback tiene una larga historia:
hallazgos arqueológicos en Egipto y algunas pinturas
muestran unos perros de pelaje rojizo con rabo largo y con una
cresta en el lomo. Se cree que estos perros provenían
de la zona del "Cuerno de África", que comprende
las actuales Somalia, Etiopía y Eritrea.
Se cree que de esa región también es originaria
una tribu de piel no muy oscura, que se llamaban a sí
mismos Khoi khoi ("hombres de hombres"), quienes emigraron
hacia el sur, a la zona de los grandes lagos, lo que actualmente
es Uganda y Kenia.
Esta era una tribu de pastores, y se desplaza
con su ganado (cabras y posiblemente ovejas) y sus perros crestados.
Estos últimos servían de ayuda a los Khoi khoi
en la caza de animales salvajes, en especial del león:
los perros acosaban e inmovilizaban a la fiera, hasta que llegaban
los cazadores con sus armas para darle muerte.
Tiempo después son desplazados por otras
tribus y continúan hacia el sur, hasta establecerse en
la actual Sudáfrica.
Evidencia arqueológica sugiere que llegan
a la zona del cabo de Buena Esperanza por el año 500
de nuestra era, es decir, unos 1.000 años antes de la
llegada del portugués Bartolomé Dias, el primer
europeo en visitar estas costas.
Esta región ya estaba habitada por los
"bushmen", tribu de contextura pequeña, principalmente
cazadores y recolectores, con quienes los Khoi khoi mantuvieron
enfrentamientos frecuentes.
En 1497 el portugués Vasco da Gama llega
a lo que después sería conocido como el cabo de
Buena Esperanza. Según su "Diario da Viagem",
la zona estaba habitada por gente con muchos perros "...
similares a los que hay en Portugal, y ladran igual que aquellos".
En Abril de 1652, el holandés Jan Van
Riebeeck desembarca en esa misma región con la intención
de establecer una asentamiento permanente, que sirva como base
de aprovisionamiento para los barcos que navegaban entre Europa
y Oriente. Es aquí cuando comienza el acercamiento de
los Khoi khoi con los colonos europeos, quienes los llaman despectivamente
"Hottentots", palabra que era usada en esa época
para describir a los tartamudos. Esto se debe a que más
del 50% de las palabras del idioma de los Khoi khoi comenzaban
con un sonoro "clic", similar al idioma actual de
la tribu sudafricana Xhosa.
A los primeros colonos holandeses pronto siguieron
inmigrantes alemanes, belgas y franceses, quienes llegaban a
la región con sus perros: galgos, bulldogs, mastiffs
y algunas otras razas. El cruce entre estos perros llegados
de Europa y los de los Khoi khoi sentaron las bases para el
actual Rhodesian Ridgeback.
No fue hasta 1870 que los primeros ejemplares
llegaron a Rhodesia, llevados por el reverendo Charles Heim,
quien fue enviado a la misión de Hope Fountain, en Matabeleland
(actual Zimbabwe occidental), y llevó consigo 2 perros
crestados.
Allí conoció a Cornelis van Rooyen,
un joven aficionado cazador, quien llevó a estos perros
en sus cacerías. Tan impresionado quedó van Royeen
de la valentía y resistencia de estos animales, que no
dudó en cruzarlos con sus propios perros de caza. A partir
de entonces fueron conocidos como "van Rooyen dogs"
(perros de van Rooyen), hasta cerca de 1910, en que se comenzó
a conocerles como "Ridgeback".
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