El San Bernardo es el coloso de la especie canina. Es el
más fuerte, alto y corpulento de los perros. Su imagen
portando un barrilito de licor es universalmente conocida.
Dicen los americanos de él que es la perfecta niñera
y es que este perro siente predilección por los más
pequeños de la familia, sobre los que proyecta todas
sus ansias de protección y amor.
Pero el San Bernardo no se limita a proteger a los niños
sino que, incluso, los educa para alejarlos del peligro. Y
mucho cuidado debe tener aquel extraño que trate de
ocasionar un daño a su pequeño protegido, pues
toda la furia de sus cien kilos de perro pueden darle una
desagradable sorpresa.
Como es bien conocido, ha sido empleado en el pasado para
el rescate de viajantes y alpinistas que se encontraran en
situación difícil a lo largo de los pasos nevados
del Gran San Bernardo. En la actualidad, casi exclusivamente
es un perro de compañía, pero no adecuado para
vivir en un departamento. Algunos ejemplares son empleados
actualmente como perros de salvamento en los alúdes.
El San Bernardo de Pelo Corto soporta perfectamente las bajas
temperaturas, siendo la variedad más apreciada para
la montaña. El San Bernardo de Pelo Corto sigue siendo
entrenado para el salvamento en aludes, dando excelentes resultados.
A una altura superior a 2.500 metros, en el
corazón de los Alpes, se encuentra el Hospicio de San
Bernardo, azotado durante casi todo el año por grandes
tormentas de nieve. Fue erigido por Bernardo de Menthon, en
1050, justo en el paso que une Suiza con Italia.
En aquel hospicio vivía una comunidad
de monjes que, además de dedicarse a sus labores religiosas,
se encargaba de socorrer a los peregrinos ayudados por unos
perros de gran talla e impresionante capacidad de trabajo. Los
monjes los criaron durante siglos, pero, como cabe esperar,
los avances en todas las tecnologías redujeron notablemente
el uso del San Bernardo como animal de salvamento.
Sus orígenes han creado distintas teorías
muy controvertidas y poco demostrables. La más extendida
es la que refiere que procede de los molosos tibetanos. En el
Museo Británico de Londres se encuentra un bajorrelieve
del siglo VII antes de nuestra era, proveniente de un palacio
de Nínive, en el que aparece el Gran Tibetano, de extraordinario
parecido con el San Bernardo contemporáneo. Marco Polo
los describe hacia 1295 como perro de gran alzada, fuertes y
del tamaño de un asno. Buffon, autor de la obra científica
«Historia natural», hace referencia de su existencia
en el siglo XVIII. En 1897, el alemán Siber los describe
en uno de sus libros.
Acerca de su llegada a Suiza, una teoría
indica que fueron los galos quienes los llevaron en su invasión
de Asia Menor. Otra hace hincapié en el hecho de que
fueron los fenicios quienes los introdujeron en Grecia, y más
tarde los romanos, al extender su imperio, los introdujeron
en el resto de Europa. Estos perros adoptaron el nombre de molosos,
al instalarse en los tiempos de la antigua Grecia en la región
de Molosia.
El San Bernardo de pelo largo no aparece hasta
el año 1830, momento en el que los monjes le cruzan con
razas como el Terranova en la creencia de que un pelo más
largo les haría más resistentes a las bajas temperaturas.
La experiencia demostró que, al contrario, una mayor
longitud de pelo retenía mayor cantidad de nieve, y que
ésta, al helarse, impedía la libertad de movimientos
que requería tan arduo trabajo. A pesar de este hecho,
las dos variedades fueron admitidas desde entonces.
En 1862 fueron las primeras exposiciones en
las que apareció el San Bernardo y su estándar
se redactó en 1887. La raza fue criada con profusión
por los británicos hacia el año 1830, debido a
que por aquellas fechas el precio en el mercado de un ejemplar
de esta raza alcanzaba cantidades muy altas. Se deseaban cada
vez más grandes, tanto que fueron perdiendo tipicidad,
característica que todavía arrastran los ejemplares
británicos. Poco después de la II Guerra Mundial,
la raza perdió popularidad, hasta que el doctor Morsiani,
de Italia, cruzó ejemplares suizos y alemanes hasta conseguir
un tipo de perro que alcanzó un gran prestigio mundial.
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