Como la gran mayoría de los perros japoneses, el Shiba
Inu se considera como un Spitz y, efectivamente, posee gran
parte de los rasgos típicos de esta familia. Pero es
también el más pequeño de los Spitz japoneses
con apenas 37 centímetros a la cruz. A pesar de su
escasa talla posee una gran dignidad y clase. Recuerda mucho
en ello al Akita Inu con la salvedad de la talla.
El nombre Shiba Inu significa perro –inu- pequeño
–shiba- y los origines de la raza son muy antiguos,
probablemente unos quinientos años antes de la Era
Cristiana.
Muchos lo emplean como perro de guardia debido a su carácter
alerta y vigilante, pero en ningún momento es agresivo
y solo avisa de la llegado de extraños. Otra particularidad
de esta polifacética raza es que los japoneses lo emplean
para la caza menor, con gran éxito ya que se trata
de un perro veloz, astuto, de olfato mediocre pero gran memoria
y tenacidad en el trabajo.
Esta raza se encuentra todavía en periodo de introducción
tanto en Europa como en los Estados Unidos y recientemente
en la Argentina.
Los Shiba Inu son oriundos de Asia Meridional, pero se crían
actualmente en la parte central de Japón. Como hemos
dicho es una raza muy antigua que, como muchos Spitz, poco
ha cambiado desde sus principios.
Es un perro de talla pequeña, bien equilibrado, de
buna osamenta, con músculos bien desarrollados. De
constitución fuerte. Rápido, ágil y bello.
Su temperamento es leal. Posee un carácter recio de
perro habituado a trabajar, pero muy cariñoso y alegre
en casa. Es obediente.
Es muy resistente, de pelo no muy largo y musculatura firme
manteniendo perfectamente un esqueleto más bien grueso,
el Shiba Inu se puede considerar un Spitz muy robusto.
Esta raza es tradicionalmente japonesa. Las
primeras datan de la segundo mitad del primer milenio, pero
especialistas de la raza estiman que están presentes
en el archipiélago nipón desde hace 3000 años.
Como la mayoría de los perros japoneses fue utilizado
en sus orígenes para la caza en las montañas.
El Shiba Inu estuvo a punto de desaparecer, pero las letradas
y los cazadores unieron sus esfuerzos para salvaguardar esta
raza entre las mejores líneas puras hacia finales de
los años 20. En el año 1937 el Shiba Inu se declaró
monumento natural y paso a ser protegido por el gobierno japonés.
A pesar de que estuvo a punto casi de desaparecer a principios
de la Segunda Guerra Mundial, actualmente es una de las razas
más populares de Japón.