Es un perro salvavidas tradicional, ya que por instinto rescata
todo lo que flota y lo lleva a la orilla. Si el San Bernardo
es célebre por prestar su valioso auxilio en la nieve,
el Terranova lo es por sus misiones de rescate en naufragios
o cualquier otra clase de accidentes en el agua.
La expresión del Terranova refleja bondad y dulzura.
Se destaca por su capacidad de desenvolverse en el medio acuático.
Digno, alegre se caracteriza por su genuina gentileza y seriedad.
Guardián excelente y buen nadador de carácter
afable, inteligente. Tiene buenas relaciones con otros animales
y con los más pequeñitos. Es un solidario por
vocación.
Aunque su procedencia es la isla de Terranova,
situada en el océano Atlántico, no se sabe con
certeza si es una raza que ya estaba cuando llegaron los colonos
durante el siglo XVI. Se especula con la posibilidad de que
fueran los pescadores vascos quienes llevaran perros de tipo
pirenaico que se cruzaron con perros de aguas. Otra teoría,
defendida por Fred Stubbart, insiste en que su origen está
en los Dogos Tibetanos.
En lo que coinciden prácticamente la
totalidad de las teorías es que en esa isla ya había
un tipo de perro llevado por los indios beothuk, quienes iban
a pescar allí durante el verano. Debido a las condiciones
climáticas extremas en las que debía subsistir,
este tipo de perro fue formándose con los ejemplares
más fuertes y los mejor dotados para la pesca. A su vez,
como también eran utilizados para tirar de cargas, los
ejemplares eran grandes.
Los estudios llevados a cabo sobre restos fósiles
determinan que tienen un entronque con el antiguo Dogo del Tíbet,
que llegaría a la isla, supuestamente, de la mano de
los vikingos. En la formación de la raza tal como se
la conoce hoy, según la teoría más extendida,
intervinieron los colonos británicos, quienes cruzaron
Mastiff, Spaniel y Molosos descendientes de Mastines Tibetanos.
No se descarta la idea de que también se añadieran
a esa lista de cruces los realizados con los perros oriundos
de Terranova, de los que había dos variedades, una de
mayor tamaño, que vivía semisalvaje en el interior
de la isla, y otra más ligera, más dócil
y con muchos ejemplares de color negro.
En 1780 la Sociedad Zoológica de Aclimatación
de la isla dicta un documento mediante el que se limita la posesión
de estos perros a un solo ejemplar por familia, sobre todo porque
en época de pesca se dejaban en libertad. Llegaron a
ser tan numerosos que en 1815 se decidió sacrificar a
todos los Terranova que anduvieran libremente sin bozal.
Justo en esa época comenzó la
importación de este tipo de perro por parte del Reino
Unido, especialmente hacia la ciudad de Pool, la que por entonces
mantenía una relación comercial más intensa
con Terranova. Durante todo aquel tiempo fueron utilizados en
trabajos relacionados con el agua además de como animales
de tiro. Fueron muy solicitados como perros de a bordo, como
salvadores de náufragos y como guardianes.
La exposición de Birmingham de 1860
fue la primera que gozó de la presencia de perros de
Terranova, pero no es hasta 1878 cuando se inscribe en el Libro
de Orígenes al primer ejemplar. Para la formación
del club de la raza hubo que esperar hasta 1886, sin embargo,
en 1892 fueron presentados en Preston ciento veintiocho perros
de esta raza, lo que da una idea de la popularidad que adquirieron
en poco tiempo.
Su prestigio atravesó todas las fronteras;
así, en Estados Unidos se fundó el club de raza
en 1885 y en 1893 lo hizo el Club Terranova del Continente (DNK).
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