A mediados del pasado siglo, en un criadero de Cairn Terrier,
de la condesa de Argyll, aparecieron cachorros completamente
blancos, en vez de rojos. Aquellos ejemplares albinos fueron
seleccionados y se reprodujeron, hasta que se consiguió
esta raza.
El West Highland White Terrier, como otros muchos Terriers
se lo utilizo para la caza en madrigueras, en la que aparecía
siempre como tenaz e irritable, tan simpático y gracioso
perro ha llegado a ser un apreciado y buscado amigo de la
familia. Vive bien en departamentos, pero le gusta la libertad
que le puede proporcionar una terraza o un pequeño
jardín.
De entre todas las teorías que se barajan
sobre la formación del Westie, nombre abreviado de esta
raza, la más extendida es la que asegura que proviene
de los antiguos Terrier de caza escoceses, de los que seleccionaban
los ejemplares más claros. La persona que más
fomentó esta selección fue el coronel Malcolm,
quien tras un accidente de caza, en el que mató por error
a uno de sus Cairn Terrier de pelo rojo al confundirlo con un
zorro, decidió que no le volvería a suceder.
Esta teoría es la que se ha impuesto,
a pesar de que ya existían Terrier blancos antes del
siglo XIX. Una de las ramas más antiguas sobre las que
se formó la raza se le atribuye al duque de Argyll con
los Terrier Rosneath; basados, a su vez, en los Terrier claros
que iban naciendo, pero en la que intervinieron cruces con Cairn
y Skye.
El coronel Malcolm no sólo tuvo en cuenta
los ejemplares de sus perreras, sino que recorrió gran
parte del territorio escocés. De esta selección
empezaron a nacer perros blancos, de modo que finalmente fueron
éstos los elegidos. El color del manto no es la única
circunstancia en la que se basa esta teoría, ya que los
Terrier Portalloch del coronel Malcolm poseían una anatomía
muy parecida al actual Westie. Fue este señor quien propulsó
el registro del nombre con el que se le conoce hoy.
Con posterioridad, el doctor Flaxman incluyó
en el programa de cruces al Terrier Aberdeen, lo que potenció
los hocicos más largos. Esta circunstancia llegó
a crear tal polémica entre ellos que llegaron a enemistarse.
Finalmente, el criterio del coronel Malcolm se impuso, por lo
que de nuevo se seleccionaron ejemplares con el hocico corto;
en cambio, el Terrier Aberdeen ya había proporcionado
a la raza una de sus características más destacadas,
la pigmentación negra.
En 1904 se fundó el club del West Highland
White Terrier, presidido por el duque de Argyll. En 1906 se
fundó el club inglés de la raza, presidido en
principio por la condesa de Aberdeen y después por el
coronel Malcolm. Con tanta popularidad como alcanzó en
tan poco tiempo, el Kennel Club lo reconoció como raza
en 1907, es decir, veinte años antes que al Cairn Terrier.
Su primera aparición en una exposición
fue en 1899, en el Cristal Palace de Londres, pero como en aquel
tiempo el perro de moda era el Skye Terrier apenas tuvo proyección.
Nada importó que fuera así, pues en la actualidad
es una de las razas más solicitadas, con un carácter
tan fijado como su aspecto exterior.
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