El Corso Italiano es un perro enérgico que necesita tener espacio para campar a sus anchas, lo ideal es que pueda disfrutar de un jardín. De todas formas, es recomendable que el dueño lo saque a diario a dar largos paseos para que se mantenga sano, ya sea física como mentalmente.
Para que el Corso sea un buen compañero, hace falta que desde el principio el dueño se muestre firme y autoritario frente al carácter un poco dominante del perro. Debe aprender desde cachorro a diferenciar lo qué está bien y lo qué está mal.