El pelo de todo
el cuerpo debe ser lo más largo posible, tanto que
llegue al suelo o arrastre. Las únicas partes del cuerpo
del Yorkshire Terrier que tienen el pelo corto son las orejas.
Baño
Imprescindible si queremos conseguir un manto lustroso,
brillante y con extrema longitud. Antes hay que cortar las
uñas, el pelo que crece en el interior de las palmas,
alrededor del ano y el pelo del tercio superior de las orejas,
tanto por dentro como por fuera. Es conveniente limpiar
los lagrimales y eliminar el pelo sobrante del interior
de las orejas. Para el baño se tapan los oídos
con algodón. El shampoo, preferiblemente de pH neutro,
con proteínas y suavizante, se aplica sin enredar
el pelo. Después de aclarar meticulosamente, se aplica
el acondicionador o la crema suavizante, se deja actuar
y se aclara con la misma atención que con el champú.
Con una toalla se elimina el exceso de humedad, pero es
muy importante que no se frote el pelo para evitar la formación
de nudos.
Secado
Tan importante como un baño correcto es el secado.
Se debe hacer en la dirección del crecimiento del
pelo, cepillando a la vez que se seca con el secador de
mano. Como en todas las razas, es preferible empezar por
los pies y terminar por la cabeza, sin pasar de una zona
a otra hasta que esté completamente seca. Este punto
es muy importante debido a que el pelo húmedo tiende
a ondularse y se anuda con mayor facilidad.
Cepillado
Es un aspecto fundamental en el preparado de un Yorkshire
Terrier. Por ello, no se debe descuidar, dado que la especial
textura del pelo en esta raza hace que se enrede muy fácilmente.
El cepillado, bien con la carda o con el cepillo, debe hacerse
en la dirección que crece el pelo. Con el peine se
comprueba que no haya ningún nudo y se coloca el
pelo. Hay zonas especialmente conflictivas: la parte inferior
del pecho, el estómago, las patas y las axilas, de
modo que se deben vigilar más de cerca. Para que
el pelo de la cabeza no caiga sobre los ojos, se debe recoger
en un moño; para ello se traza una línea desde
el rabillo de los ojos hasta la parte interior de las orejas,
de modo que se forme un mechón sobre el cráneo,
éste se puede recoger con infinidad de métodos,
una gomita, un lacito o un envoltorio en caso de que el
perro vaya a exposiciones. El cepillado en un ejemplar de
compañía debe hacerse al menos tres días
por semana.