Es un perro muy cariñoso, amante
de las caricias y completamente inofensivo para las personas
con las que convive. En cambio, es cauto y receloso con los
extraños, pudiendo llegar a ser agresivo si es preciso
pero, en el momento que perciba que el clima no es hostil, rápidamente
estará esperando ser acariciado por los nuevos amigos
de la casa. Es un animal que se puede dejar tranquilamente en
compañía de los niños ya que juega con
ellos con mucho cuidado y extremado amor, soportando con estoicismo
las travesuras de los pequeños.
En cuanto a su relación con otros perros, podemos decir
que el Boxer manifiesta una actitud un tanto caballeresca; jamás
busca pelea con otros perros sin un motivo concreto, pero sabe
reaccionar con firmeza ante la provocación. Responde
ante el ataque pero jamás acepta pelear con otro más
débil que él.
El Boxer es un perro muy inteligente, afable, extremadamente
limpio. No acostumbra a ladrar, y sólo lo hace ante
una situación de riesgo. Si alguien pretendiera entrar
en la casa desapercibidamente, inmediatamente lo denunciaría
con sus ladridos, ya que, como se ha comentado anteriormente,
el Boxer tiene muy desarrollados sus hábitos de guardia
y defensa. Por todos estos motivos, es una raza idónea
para convivir en el hogar, sobre todo en las grandes ciudades.
El Boxer necesita muy poco mantenimiento, y
puede realizarlo su dueño muy fácilmente. Las
uñas deben recortarse regularmente, a menos que se desgasten
sobre una superficie dura en forma natural (al caminar sobre
cemento, por ejemplo). Sólo es necesario un baño
ocasional - el Boxer tiene la tendencia a mantenerse limpio.
El Boxer es susceptible a varios problemas potenciales de salud,
como displasia de caderas, torsión gástrica, estenosis
aórtica (un problema en el corazón), problemas
digestivos, hipotiroidismo, y tumores malignos y benignos.
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