El Golden Retriever es un perro de expresión
inteligente y dulce. Amigable y confiable, carece de agresividad
tanto hacia las personas como hacia sus congéneres. Su
mirada tierna y melancólica manifiesta su necesidad constante
de afecto.
Incapaz de una reacción adversa, responderá a
todo contacto con alegría ya que para él el cariño
es tan vital como el mismo aire que respira.
Si bien originariamente fue pensado como perro de caza, más
específicamente como cobrador de la pieza tanto en
tierra como en agua, su nobleza de espíritu y su confiabilidad
lo han convertido en uno de los perros de compañía
por excelencia, siendo una de las razas más populares
en Gran Bretaña y EE.UU.. Es notable también
su trabajo como lazarillo, perro de salvamento, y su admirable
labor con ancianos y discapacitados en zooterapia.
Haciendo gala de su antepasado el Tweed-water Spaniel, el
Golden Retriever adora el agua. Es maravilloso verlo zambullirse
en ella con alegría. Pero debe dejarse que lo haga
por propia voluntad, jamás debe ser forzado a ello
porque podría herirse su gran sensibilidad. Sin embargo
podemos invitarlo a hacerlo tirando un juguete para que vaya
a buscarlo. Atención! Si se posee una pileta de natación
es recomendable que le enseñemos cómo entrar
y salir de la misma para evitar accidentes desgraciados.
No es un perro ruidoso, pero puede llegar a ladrar si detecta
algo anormal en el hogar o simplemente, si está aburrido.
Es sin duda, una de las razas ideales para una familia con
niños, dada su infinita paciencia y su alegría
sin igual.
Suele ser bastante glotón, por lo que conviene cuidarlo
en las comidas para que no se ponga obeso, repartir la ración
diaria en más de una ingesta, y, por precaución,
evitar cualquier actividad física intensa una hora
antes y tres horas después de cada comida.
Una de las características más marcadas del
Golden es su necesidad innata de complacer a su dueño
adorado en todo momento, como así también su
gran sensibilidad, que requiere que sea manejado con dulzura,
sin una firmeza exagerada, ya que responderá mejor
a las felicitaciones que a los castigos.
El Golden Retriever adora la compañía de los
humanos, en particular la de su dueño, vive pendiente
de él, por lo que es un perro que debe ser necesariamente
integrado a las actividades familiares.
Es un perro que necesita compañía constante.
Un Golden relegado al fondo de una casa y en soledad va a
ser seguramente un Golden Retriever infeliz.
Se remonta al siglo XIX, entre los años
1835 y 1890. El lugar, el dominio de Sir Marjoribanks. Documentos,
registros de la cría y selección llevados a cabo
para la creación de una raza “cobradora”.
Nada aparece en ellos referente a unos perros de circo, como
se cree en la leyenda. Solo Retrievers de Capa Lisa que produjeron
un ejemplar amarillo acoplado luego a un Tweed Water Spaniel
color fuego de donde salió un Retriever bastante pequeño.
Sangre nueva: Setter rojo, Bloodhound color
arena. Se habla incluso de Retrievers negros. Pero ya tenemos
a un perro puramente cazador, impulsivo, de buen andar, agudo
sentido del olfato, excelente rastreador, boca suave, magnifico
estilo para cobrar, sin titubeos a la hora de zambullirse en
el agua por desapacible que esta este y obediente, siempre al
pie del cazador esperando la orden oportuna. Es el Retriever
Dorado.
Desde 1913 se registraban conjuntamente el
Retriever Dorado o Amarillo, el de Capa Lisa y el de Capa Rizada,
y tenemos que llegar al 1920 para ver reconocido al primero
con un registro separado. En la década siguiente contemplamos
un aumento notable de su popularidad, ganada a pulso por su
magnífico aspecto y su sagacidad. Hoy se cuentan por
muchos millares los ejemplares que se registran anualmente en
todos los Kennels Club.
Y es que el Retriever Dorado no es solamente
un buen “cobrador”. Da lástima ordenarle
que se lance al agua con su maravilloso pelaje o exponerlo a
los peligros de la maleza. En consecuencia, el público
lo eleva de categoría y lo convierte en perro doméstico,
de lujo o compañía. Es leal, inteligente y amable,
su tamaño y su fuerza se imponen, y su papel de guardián
queda establecido. Pero no se acaba aquí su utilidad.
No es tímido ni agresivo, sino obediente y fácil
de enseñar. Y realiza el papel más humanitario
de su vida: se transforma en perro lazarillo. ¿Puede
pedirse algo más al Retriever Dorado?
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