Los Labradores adoran a las personas. Cuanto más tiempo
pasen contigo, más felices estarán. Los labradores
son perros cobradores, lo que hará que te alcancen
cosas que estén tiradas por tu casa. Suelen ser pacientes
con los niños, y mascotas maravillosas. El labrador
no es un perro guardián. Podrían ladrar para
dar aviso, pero por lo general nunca actuarán con mayor
agresión.
Un Labrador Retriever se aburrirá muy fácilmente
si no se lo estimula apropiadamente. Un Labrador sin entrenar
puede ser inmanejable, debido a su tamaño y su entusiasmo.
Un labrador que no se ejercita se convertirá en un
tornado de destrucción, o intentará escaparse
para aliviar su aburrimiento y exceso de energía. No
sólo requieren agua y comida: también requieren
amor y atención. Los Labradores son fáciles
de entrenar por lo que el trabajo de obediencia se convertirá
en una forma divertida de interactuar con él. Los Labradores
necesitan gran cantidad de ejercicio, algo que se acentúa
dado que los Labradores adoran comer. El asegurar que reciban
entrenamiento, ejercicio y atención son la clave para
obtener un perro feliz, saludable, y de temperamento equilibrado.
Son proclives a sufrir displasia de cadera
y de codo. Otros problemas en esta raza son la atrofia retinal
progresiva y la displasia de retina, por lo que los Labradores
deberían ser exiaminados anualmente por un veterinario
oftalmólogo. Los Labradores son propensos a algunas alergias
de piel suaves. Las infecciones en los oídos son siempre
un problema potencial con razas de orejas colgantes. Tienen
tendencia a engordar porque lo que se debe controlar su dieta.