Para que un Schnauzer sea un miembro agradable de nuestra
familia no hace falta demasiado; necesita sentir que nuestro
hogar es “su hogar” y que es uno más
del grupo familiar. Deberemos ser confiables y constantes
con todo lo que queramos prohibirle, no necesitaremos fuerza
ni violencia, un rotundo “NO” en el momento
preciso logrará la corrección. En poco tiempo
se sentirá “Propietario” (en el buen
sentido) y defenderá “lo suyo” por interés
propio.
Con ese poco de educación y mucho cariño,
tendremos un incondicional “Perro de Guardia”
que estará siempre atento para mostrarse preventivamente
agresivo a cualquier posible intruso.